miércoles, 27 de octubre de 2010

OCEANO AZUL TEO. RECONSTRUCCIONISTA VS TEO. ESTRUCTURALISTA



.La estrategia del océano azul.
Ganar a través de no competir, una nueva visión de planeación estratégica. Recordemos que desde el amanecer de la edad industrial, las empresas han entablado grandes batallas entre sí, persiguiendo el crecimiento rentable y sostenido de sus negocios. Han peleado para obtener ventajas competitivas, para diferenciarse a sí mismas y a sus productos de la competencia, y para obtener mayor participación de mercado, estos conceptos, cimientos de la estrategia competitiva actual, no son la forma de crear crecimientos rentables en el futuro.
La creación de océanos azules, fomenta poderosos saltos en valor, barreras de entrada, que mantienen a raya a posibles rivales durante más de una década. La única razón por la cual grandes compañías no navegan en océanos azules actualmente, es porque la investigación y el desarrollo estratégico empresarial durante los últimos 25 años se han concentrado en competencia en "océanos rojos"; es decir, en buscar nuevas formas de bajar costos y aumentar ingresos a través de diferenciación y de arrebatar mercado a la competencia.
En la actualidad y dadas las estrategias de negocio, la mayoría de las empresas están saltando a "océanos rojos" que han sido explorados a fondo, que muestran congestión y competencia cruenta que les da su color.
Por lo anterior se recomienda el buscar o crear aguas azules, es decir, territorio virgen, vacío de marcas, de proposiciones de "yo también voy a participar", y de guerras de precios.
Un ejemplo claro es el de Starbucks, quienes basaron su modelo de negocio sobre la venta de una taza de café a un precio de dos a cuatro veces mayor que el de la competencia, pero vendiéndola en un entorno o ambiente agradable y atractivo. Otro buen ejemplo el de como Cemex, la empresa cementera mexicana, cuyos negocios despegaron en 1998 cuando, tan inverosímil como suena, lograron posicionar bolsas de cemento como un regalo adecuado de bodas "el regalo de sueños", el ingrediente necesario para construir una habitación adicional en una nueva casa.
La estrategia del océano azul, es un plan preciso y viable para cambiar la forma de hacer negocios de las empresas, ya que propone en resumen, el nadar hacia el mar abierto buscando, identificando y desarrollando nichos no competidos.

En otra palabras generar valor a travez de la reenvención con procesos de hibridación, atrayendo mercados actuales y nuevos.

Hay básicamente dos puntos de vista diferentes sobre la relación entre la estructura de una industria y las actuaciones estratégicas de los actores de la misma.

Visión Estructuralista - “Océanos Rojos”

Donde la estructura del mercado esta dada por las condiciones de la oferta y demanda, forja la conducta de los vendedores y los compradores, que determina, a su vez, el rendimiento final. Los cambios que afectan al sistema en su totalidad son provocados por factores externos a la estructura del mercado, como pueden ser los cambios radicales en las condiciones económicas básicas y los avances tecnológicos. El estructuralismo suele dar lugar a un pensamiento estratégico basado en la competencia.

Visión Reconstruccionista - “Océanos Azules”

La visión reconstruccionista de la estrategia se apoya en la teoría del crecimiento endógeno, en el sentido que las fuerzas modificadoras de la estructura económica y del panorama del mercado pueden provenir del interior del sistema mismo. Joseph A. Schumpeter propone que la innovación puede ser endógena y que su fuente principal es el empresario creativo.

Esta visión sugiere la manera en que se despliegan las ideas y el conocimiento en el proceso de creación para producir crecimiento desde el interior mismo de las empresas. A los ojos de reconstruccionismo, el desafío estratégico es muy distinto.

Los estrategas que se guían por esta visión no permiten que las estructuras del mercado impongan límites a su pensamiento, para ellos hay una gran demanda sin explotar. La forma de crearla es fijar la atención en la demanda y no en la oferta, en la Innovación en Valor y no en la competencia, es decir crear valor innovador para desencadenar nueva demanda. Al mismo tiempo que se modifica la estructura del mercado mediante el proceso de reconstrucción, se cambian también las reglas sobre la mejor manera de practicar el juego. Por consiguiente la competencia del juego anterior se torna irrelevante.

Al estimular el lado de la demanda de la economía, la estrategia de innovar en valor amplía los mercados existentes y crea otros nuevos.

Las empresas que aplican esta forma de innovación logran un salto cualitativo en valor al crear nueva riqueza en lugar de enriquecerse a expensas de los competidores en el sentido tradicional.

Los elementos fundamentales de la reconstrucción son los “elementos de valor para el cliente”.


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